Revista de Arqueología Histórica Argentina y Latinoamericana
Vol. 12, Núm. 3, Dossier: Arqueología Histórica Argentina: situaciones y perspectivas (Editores invitados: H. Chiavazza y V. Zorrilla) 2018. ISSN 2344-9918
Asociación de Arqueólogos Profesionales de la República Argentina
Artículos

CAPITALISMO AGRARIO Y SUS ÁREAS DOMÉSTICAS: MANOR HOUSE, SEDE DEL ESTABLECIMIENTO MULTISECTORIAL DE TOMAS THOMAS (CARCARAÑÁ, SANTA FE)

AGRARIAN CAPITALISM AND ITS DOMESTIC AREAS: MANOR HOUSE, HEAD OF THE MULTISECTORAL ESTABLISHMENT OF TOMAS THOMAS (CARCARAÑÁ, SANTA FE)

CAPITALISMO AGRÍCOLA E SUAS ÁREAS DOMÉSTICAS: SOLAR, SEDE DO ESTABELECIMENTO MULTISSETORIAL TOMAS THOMAS (CARCARAÑÁ, SANTA FE)

Irene Dosztal
Nodo Cesor Ishir Centro de Estudios Sociales Regionales Investigaciones Socio-Históricas Regionales -Unidades en Red -CONICET
Cómo citar este artículo:
Dosztal, I. . (2018). Capitalismo agrario y sus áreas domésticas: Manor House, sede del establecimiento multisectorial de Tomas Thomas (Carcarañá, Santa Fe). Revista de Arqueología Histórica Argentina y Latinoamericana, 12(3), 795–816. Buenos Aires
RESUMEN:

En este artículo se presentan los avances de una investigación históricaarqueológica en curso de un sitio de características domésticas asociado al proceso de colonización e industrialización de la Provincia de Santa Fe consecuencia de la ejecución del tendido ferroviario del Central Argentino durante el último tercio del siglo XIX. En la misma se articulan los registros históricos, arqueológicos y etnográficos relacionados a las ocupaciones desde la construcción a la demolición (1875-1953) de la Manor House. Centrándose en esta oportunidad en el estudio de los documentos históricos y en las decisiones empresariales de su constructor y dueño original el Sr. Tomas Thomas. Aunándolo con la historia regional proporciona una base para aproximarse al ejercicio del poder materializado en la cotidianeidad al generar un nuevo espacio con una estructura económica, social y cultural completamente diferente al llevado adelante previamente en el ambiente que lo rodea.

Palabras clave:
documentos históricos, áreas domésticas, colonización, industrialización, Santa Fe
ABSTRACT:

This article presents the advances of a historical-archaeological investigation of a site of domestic properties associated with the process of colonization and industrialization of the province of Santa Fe result of the execution of the laying the Central Argentine Railway during the last third of the 19th century. For it there are articulated the historical, archaeological and ethnographic records relating to occupations from construction to demolition (1875 - 1953) of the Manor House. Focusing on this opportunity on the study of historical documents and on the managerial decisions of his builder and original owner Mr. Tomas Thomas. Combining it with regional history it provides a basis for approaching the exercise of power materialized in everyday life generated a new space with an economic, social and cultural structure completely different from the taken one improve before in the environment that surrounds it.

Keywords:
Archaeology, domestic areas, colonization, industrialization, Santa Fe
RESUMO:

Neste artigo apresenta as avanços de uma investigação historica-arqueologica de um site interno propriedades associadas com o processo de colonização e industrialização da província de Santa Fe resultado da execução de imposição a estrada de ferro Central argentino durante o último terço do século XIX. Porque eles são articulados isto as inscrições históricas, arqueológicas e etnográficas relacionadas às ocupações da construção para a demolição (1875 -1953) de Casa de Solar. Focalizando o estudo dos documentos históricos desta vez deles e nas decisões administrativas do fabricante deles/delas e dono original Mr. Tomas Thomas.Unindo isto com a história regional provê uma base para se aproximar ao exercício do poder materializou na cotidianidade quando gerando um espaço novo com uma estrutura econômica, social e cultural totalmente diferente para o um levado à frente previamente na atmosfera que cerca isto.

Palavras-chave:
arqueologia, áreas domésticas, colonização, industrialização, Santa Fe
Recibido:
17 de abril de 2016
Aceptado:
6 de junio de 2016

INTRODUCCIÓN

Con este artículo se presentan los avances de una incipiente investigación que ha centrado su interés en estudiar los relictos del modelo agroexportador que por casi un siglo ubicó a la Argentina en un rol preferencial en el mercado mundial.

Una parte importante del desarrollo agroindustrial de la Provincia de Santa Fe de mediados del siglo XIX tuvo lugar en la tierras lindantes al Ferrocarril Central Argentino (FCCA) administradas por The Central Argentine Land Company (CALCo.). En la intersección entre el ferrocarril y el río Carcarañá se funda la colonia homónima, en la cual, se aprovechan los beneficios otorgados por un río caudaloso y tierras de calidad conformando un embrionario complejo agroindustrial compuesto por un molino harinero (1875-act.), una cremería (1880-1950), un tambo modelo (1880-1908) y las residencias históricamente identificadas de los socios fundadores: casa Hill (1875), casa Tomas Thomas (1875). Dejando tras de sí testimonios materiales relacionado al consumo de bienes importados así como relictos de esa naciente industria asociadas a las actividades agropecuarias tan característica de la región en la actualidad.

El objetivo, por tanto, es estudiar desde el registro arqueohistórico y etnográfico (Chiavazza 2013) los vestigios existentes del complejo agroindustrial y la vida cotidiana asociada a éste y a los pioneros radicados en las inmediaciones del río Carcarañá atraídos por el progreso asociado a la traza del ferrocarril que a mediados de siglo XIX uniese a la portuaria Rosario con la mediterránea Córdoba. En esta etapa particular la investigación se centra en la residencia del Sr Tomas Thomas que es identificada en su época como de Manor House1, casas señoriales expresión arquitectónica de la jerarquía social.

En este caso se aplica a la casa del señor industrial y se vincula con las complejas redes sociales entre lo público y lo privado donde estilos de vida más sofisticados emergieron de la vinculación ferrocarril, chacras, industria y pueblos. Bajo su abrigo, el Sr. Thomas, jugó un papel central como parte de la burguesía agraria local que llevó adelante una experiencia empresarial que implicó la incorporación de nuevas prácticas productivas, nuevas tecnologías y mayores inversiones agroindustriales.

Este artículo propone un modelo de registro observado compuesto por la documentación histórica que permitirá junto a un futuro registro arqueológico determinar el consumo y el proceso de ocupación llevado adelante por parte de esta sociedad industrial.

MANOR HOUSE: CENTRO RECTOR DEL COMPLEJO AGROINDUSTRIAL

La casa palaciega de Tomas Thomas, ubicada en el área urbana de la colonia Carcarañá, se erige como espacio del capital comercial y financiero y lo coloca en el centro de la red de intermediación entre diferentes mercados: locales, regionales e internacionales.

Su estilo arquitectónico corresponde a una casa de estilo villa italiana (Figura 1) que en la segunda mitad del siglo XIX comienza a sustituir las casas alargadas del período anterior (Clark 1976). Asociada al bienestar social y modernización de los métodos de construcción los dueños buscan trasmitir comodidad superior y sofisticación en el modo de vida. Respetando en detalle las características de este estilo la residencia Thomas se constituyó como un monumento de alta visibilidad en el paisaje circundante, teniendo en cuenta la baja población de la zona, la poca urbanización y la dimensión de los terrenos del resto de la colonia.

Hacia la segunda mitad del siglo XIX, la casa deja de ser una simple morada para convertirse en la base del mundo burgués e integra un sistema de relaciones más amplio, en el cual la repetición de acciones cotidianas conforman barreras reales entre los dueños, sus invitados y el resto de la sociedad. Respecto a esto, la división entre lo público y lo privado (Andrade Lima 1999) cobra una importancia que debe ser materializada en la construcción. La apariencia exterior comunica la identidad social de los residentes y los espacios interiores de uso común (living, sala, escritorio, etc.) se convierten en espacios de socialización por excelencia y de representación del grupo social.

Figura 1. Vista de la casa habitación de Tomas Thomas (Schlie 1888-1892) y su comparación arquitectónica que muestra su estilo constructivo analizado por Clark (1976).
Figura 1. Vista de la casa habitación de Tomas Thomas (Schlie 1888-1892) y su comparación arquitectónica que muestra su estilo constructivo analizado por Clark (1976)

El comedor funciona como área limítrofe entre lo público y lo privado compuesto por las habitaciones, cocina, baños y dependencias de servicios reservado para la familia, parientes y amigos cercanos.

Es así como analizándola en el contexto intercultural en el que se ubica dentro de Colonia Carcarañá, la unidad doméstica es el nivel donde los grupos sociales se articulan directamente con los procesos culturales, económicos y ambientales. Wilk y Rathje (1982) toman tres variables para abordar el estudio de una unidad doméstica: una social (unidad demográfica formada por el núcleo familiar y sus relaciones); una material (la vivienda, las áreas de actividad y los objetos asociados); y por último una conductual (las actividades que son llevadas adelante diariamente). Éstas últimas se clasifican, a su vez, en cuatro categorías: producción, distribución, transmisión y reproducción (Wilk y Rathje 1982).

La unidad demográfica social básica está compuesta por Thomas, su señora esposa Olive Walcott, con quién se va a vivir en 1875 a colonia Carcarañá, y sus cuatro hijos. Además, en las instalaciones domésticas habitan el personal doméstico, que de acuerdo al relevamiento censal de 1887, se compone de dos cocineras, una niñera, una sirvienta y tres quinteros (Carrasco 1888a).

En su base material la Manor House respeta las convenciones sociales, al erigirse en un terreno de 10 hectáreas de extensión con grandes montes compuesto por frutales y árboles que proveen sombra, sus límites tapialados a excepción del frente que da al río. Construcción de dos pisos con mirador, departamento en los sótanos, calorífero y con servicios de aguas corrientes en la casa y la quinta.

En la planta baja se ubican: el hall, la sala, el comedor, la antesala, un escritorio, un segundo comedor, la cocina y segunda cocina, dependencias. En tanto la planta alta cuenta con: 6 dormitorios pintados de un color diferente por los que eran identificados, baño y water closet, 4 gabinetes grandes y una piecita en la torre. El sótano estaba compuesto por: 5 piezas grandes y un depósito para vinos.

En los alrededores de la casa se encuentran, además, las siguientes dependencias: cochera grande con cuatro piezas para personal, depósito para pastos en los altos y pesebreras; caballerizas con dos gallineros, galpón con altos para leña, etc.; cuarto para carne, lavadero, baños y water closet completo (La Capital 1908).

Tras esta breve descripción es posible aproximarse a las actividades realizadas diariamente (variable conductual): en el escritorio el jefe de la familia lleva adelante su vida empresarial, en las concinas y dependencias se procesan y preparan la comida diaria y en las construcciones secundarias ubicadas en los alrededores se crían animales domésticos y se siembran las hortalizas consumidas.

La ubicación de la casona, sus características constructivas y la distribución de los elementos del paisaje, permite una visualización privilegiada con respecto al resto de construcciones existentes en el predio y la zona (Doval 2011). Por ejemplo desde la parte superior es posible observar las instalaciones de la cremería y del molino ambos a 400 metros de la misma. Esta Manor House o casa del señor industrial erige estrategias de dominación eficaces a través de la transmisión de estatus manipulando intencionalmente las formas de percepción visual y los patrones de movimiento y accesibilidad a los distintos lugares del predio.

De este modo la arqueología de unidades domésticas de la colonización ofrece la posibilidad de analizar y estudiar, como se dijo anteriormente, el ejercicio de poder materializado en la cotidianeidad al generar un nuevo espacio con una estructura económica, social y cultural completamente diferente al llevado adelante por el proceso productivo de la primera mitad del siglo XIX. Para ello, los bienes consumidos son considerados testimonio de las actividades y dinámica internas de los grupos familiares que habitan una casa, ya que el consumo ha sido siempre una variable social, “en el sentido de que el hombre social ha consumido y disfrutado siempre los bienes proporcionados por la sociedad de acuerdo con los contenidos y las normas de un determinado grado de desarrollo de la sociedad” (Heller 1998: 73). La vida cotidiana que un grupo humano construye se trata de su tiempo presente, ese presente que lo separa de su pasado y su futuro, por lo que el análisis la cultura material nos acerca a esa cotidianeidad (Dosztal 2014).

Thomas, no es un colono más traído para poblar las colonias, sino que fue contratado por la compañía del Central Argentino como ingeniero por lo que su posicionamiento socio-económico le permite contar con comodidades que lo diferenciaban de las otras familias colonos que habitaban casas de madera que la administración le brindaba a cada una de ellas (Wilcken 1873). Pero tiene una cosa en común el sentido de arraigo, Thomas desde su llegada reside en diferentes lugares pero elige Carcarañá posiblemente por la relación directa con el río y su plan de industrialización para asentarse definitivamente hasta su muerte. Es decir, la residencia principal es la base y el motor de desarrollo del proyecto agroindustrial de producción y red social que se desarrolla a continuación.

TOMAS THOMAS Y SU ESTABLECIMIENTO MULTISECTORIAL

En el proceso de transformación productiva que se vive en las tierras al ser surcadas por el ferrocarril tiene un papel central la burguesía agraria local que lleva adelante una experiencia empresarial que implica la incorporación de nuevas prácticas productivas, nuevas tecnologías y mayores inversiones. En este contexto se puede ubicar a Tomas Thomas y sus asociados, quiénes poseen grandes extensiones de tierras en la provincia de Santa Fe y Córdoba, que ven en las mejoras productivas realizadas en ellas oportunidades económicas para conformar un entramado de relaciones que profundizan un proceso de mercantilización con posibilidades laborales que lleva a una creciente división y especialización social, en términos de consumidores, trabajadores, propietarios y comerciantes (Fernández et. al. 2007).

El Sr. Thomas, es un ingeniero gales nacido en 1831, arriba a la Argentina desde Liverpool en 1863, en el censo provincial de 1887 figura como un patrón de 56 años que profesaba la fe protestante (Carrasco 1888a). Su llegada al país está asociada a la construcción del ferrocarril Rosario-Córdoba para asistir a los ejecutores Thomas Brassey y William Wheelright (Damus 2008). En un primer momento reside en la ciudad de Rosario y realiza para la municipalidad obras para suministrar de agua a la población.

Sus inversiones en tierras van, en un primer momento, de la mano con el avance de la línea férrea y luego se diversifican (Tabla 1).

Tabla 1. Detalles de las tierras adquiridas por Tomas Thomas en la provincia de Santa Fe y Córdoba en la segunda mitad del siglo XIX.
Tabla 1. Detalles de las tierras adquiridas por Tomas Thomas en la provincia de Santa Fe y Córdoba en la segunda mitad del siglo XIX

Entre 1864 y 1869 compra unas 12 leguas cuadradas de campo en el departamento Unión, Provincia de Córdoba (Rojas de Villafañe 1976). Éstos se pueden deslindar en tres suertes de estancias ubicadas en Wenceslao Escalante, Pedanía Ballesteros: suerte 70 y 75 compuestas de 10.824 hectáreas cada una, y la suerte 30 de 11.022 hectáreas (Delius 2014).

En la misma época adquiere en sociedad con Juan Batly 19.208 hectáreas denominada Suerte 51, en el por entonces departamento San Gerónimo actual San Martín de la Provincia de Santa Fe sobre la Cañada San Antonio (Galante 1989) y en sociedad con Jaime Lloyd compran 5.010 hectáreas 37 áreas 68 centiáreas en la Pedanía Bell Ville, departamento Unión, Córdoba subdivididos en 5 lotes (1° lote de 3.213 ha, 2° lotes de 525 ha, 3° y 4° lote de 427 ha c/u y el 5° lote de 443 ha).

En la década de 1870 compra en la provincia de Santa Fe la Suerte 43 de 5.573 hectáreas, denominada Colonia San Normando, en la zona de Piamonte, departamento San Gerónimo y hacia 1875 se asienta en Carcarañá, donde habitará hasta su muerte, y construye su residencia palaciega en un lote de 10 hectáreas y el complejo agroindustrial. El mismo compuesto por un molino harinero hidráulico ubicado en aproximadamente una hectárea de campo, una cremería ubicada en un lote de 20 hectáreas y el tambo modelo de 1.075 hectáreas divididas en potreros de 20 a 30 cuadras (La Capital 1908) (Figura 2).

Figura 2. Identificación en terreno de los componentes del complejo agroindustrial y la residencia Thomas y la proyección geográfica de colonia Carcarañá en la intersección del río homónimo y la traza del ferrocarril.
Figura 2. Identificación en terreno de los componentes del complejo agroindustrial y la residencia Thomas y la proyección geográfica de colonia Carcarañá en la intersección del río homónimo y la traza del ferrocarril

Hacia la década de 1880 compra 5.399 hectáreas y funda Colonia Thomas en el actual departamento San Martín, provincia Santa Fe y en 1888 adquiere 13.295 hectáreas divididas en dos lotes N° 8 y N° 22. Estos corresponden a la original Merced Arrascaeta ubicada Cavanagh (Marcos Juárez, Córdoba), tras su muerte en 1892 los herederos fundan en dichos lotes Colonia Oliva (Memoria Ministerio de Agricultura 1897-1898).

Como puede verse las inversiones más sostenida de capital es realizada en las últimas tres décadas del siglo XIX cuando la red de transporte y comunicación esta consolidad en la región. Como parte de una burguesía especializa en la actividad rural, Thomas, trabaja en sociedad para mejorar y concentrar sus inversiones en prácticas agronómicas como lo demuestra la composición de su patrimonio. Esta nueva burguesía terrateniente (Hora 2003) estaba unida por un interés colectivo en la normalización de la producción agraria, y funda sus simientes en la defensa de bajos impuestos, buenos servicios de transporte, políticas eficientes y abiertas a nuevos mercados de inversión.

Tomas Thomas, Alsanson Hall, Stephen Füller y Henry Hill constituyen en 1875 la razón social “Hill, Füller y Cia”, esta sociedad figura como propietaria de dos terrenos a ambas márgenes del río Carcarañá (Álvarez 2001) lo que le permitió construir una represa que proveería de la energía necesaria para movilizar las cinco ruedas de molienda y los 30 cilindros. El valor de la propiedad, estimado por Carrasco (1888b), es desglosado en: edificios y terreno $100.000, máquinas y útiles $75.000, granos, harina y productos $300.000; siendo su valor total en $ moneda nacional de $475.000.

La publicación del diario La Capital del remate de venta realizado en 1908 enfatiza la sus características y beneficios:

“El molino Carcarañá: El domingo 3 de mayo a la 1 p.m. sobre el mismo en Carcarañá F.C.C.A. Liquidación sin base, de este grandioso y notable establecimiento, cuya fama es bien conocida y con justa razón considerado el más grande y sólido de Sud América. Su enorme fuerza motriz, de que está dotado, por el río Carcarañá, lo hace apto para la explotación de cualquier industria o varias a la vez. […] “$ 95.000 gratis por año. Esta suma representa el costo de combustible que se economiza anualmente, debido a las grandes turbinas que tiene instaladas y con las que se utilizan las corrientes del caudaloso río Carcarañá, que ponen en movimiento las poderosas maquinarias del conocido “Molino Carcarañá” (La Capital 1908: 14).

La cremería fue edificada en 1884 por Tomás Thomas junto con Latham Hall con la marca comercial “Cremería de Carcarañá”, bajo la dirección de Oliver Cromwell James, “sobre la barranca del Río Carcarañá y de una construcción sólida, de dos pisos, y con el frente hacia el pueblo, con mayor elevación del lado del río” (Anales de la Sociedad Rural 1895: 165). Hacia 1886, Thomas y James, innovan tecnología incorporando el uso de una centrifugal separator que les permitiría separar la leche de la crema sin tener que dejar que la leche repose durante un tiempo, y el riesgo de que se convierta agria (Álvarez 2001). En el libro La Provincia de Santa Fe. En el Principio del Siglo XX, Brandt y Pommerenke (1901), expresan “el establecimiento produce quesos, manteca, hielo, jamones, tocino, grasa de cerdo, etc., etc., y es dirigido por el señor Oliver C. James, que ha hecho conocer sus productos -especialmente el queso Carcarañáen todas partes de la República” (Brandt y Pommerenke 1901: 258). En la misma época Frank Bicknell del departamento de agricultura de Estados Unidos visita el establecimiento y reporta que del rodeo de Jerseys de buena calidad que la cremería poseía, se ordeñaban unas 250 vacas por día, algunas de las cuales rendían hasta 20 litros diarios de leche con un 6% de crema. Además, agrega, que en Argentina la raza jersey no es popular porque proveían poca carne por lo que eran comparados por importantes estancieros o criadores y “they are regarded as an expensive luxury” (Bicknell 1903: 52).

La cremería era proveída por las 1600 vacas jersey del tambo que Thomas poseía en un campo 1.075 hectáreas ubicado en las cercanías y por la leche de vacas de propietarios de la ciudad así como de colonias vecinas (Figura 3).

Figura 3. Vista del molino (Schlie 1888-1892) y la cremería (Brandt y Pommerenke 1901).
Figura 3. Vista del molino (Schlie 1888-1892) y la cremería (Brandt y Pommerenke 1901)

El tambo modelo contaba con hacienda distribuida en potreros con pastos abundantes y en cada uno se ubicaba un galpón de buenas dimensiones para el ordeñe, casas para las familias de los lecheros y grandes sembradíos de alfalfa para el pastoreo. El campo está dividido en potreros de 20 y 30 cuadras, alfalfados unos y pasto tierno otros, numerosos edificios en material. Libre de contratos y posesión inmediata, destaca la publicación del remate que se realiza el 3 de mayo de 1908 (La Capital 1908).

Antes de su muerte en 1892, la especialización en la actividad rural combinaba decenas de miles de hectáreas de tierras fértiles, que se valorizaban continuamente y rendían ingresos crecientes con una industrialización en expansión directamente relacionada con una ubicación geográfica con ideal conexión con el resto del país gracias a la expansión de las líneas férreas del Central Argentino.

COLONIZACIÓN EN LA LÍNEA DEL FERROCARRIL

El avance más significativo de las compañías británicas de colonización en la Argentina de mediados de siglo XIX se da a través de la combinación de una operación de tendido ferroviario y una operación de colonización: The Central Argentine Railway y The Central Argentine Land Company (CALCo.). Esta última fue para la época la compañía monopólica que administra el espacio continuo de tierras lindantes a los 396 km de rieles que unían las ciudades de Rosario y Córdoba. Se tratan de 346.727 hectáreas, que previo a la plena concesión deben ser expropiadas a sus dueños que hasta la fecha han sido explotado. Por contrato el gobierno concede a la compañía en propiedad total una legua (5 km) a cada lado de las vías en toda su extensión, comenzando a una distancia de cuatro leguas de las estaciones de Rosario y Córdoba (Miguez 1985).

“Hase dicho muchas veces que aquella concesión era excesiva. Aparte de los ejemplos que sobre concesión de tierras á las empresas de ferro-carriles nos dán los Estados-Unidos; solo con ver los resultados inmediatos en el Central Argentino, puede aseverarse que, jamás el país habrá hecho un sacrificio mas fecundo en resultados económicos; si sacrificio puede llamarse el acto de entregar el dominio y posesión de la tierra, á quien puede convertirla de árido desierto, en centros de poblaciones civilizada que, improvisando bajo el influjo del vapor y de la electricidad; plantaciones de árboles, campos de cubiertos de mieses y jardines, en terrenos que poco há no producían sino pasto fuerte, alimentando escasos rebaños de ganado y que, mas antes, eran hoyados por la planta de los salvajes de la pampa; lo cual esplica además una de las causas de las frecuentes invasiones que todavía sufren algunos se esos puntos” (Wilcken 1873: 329).

La mayor parte de las propiedades que atraviesa la línea se hallan en manos de particulares, por lo que el Gobierno se ve obligado a reunir fondos para su expropiación. El Ejecutivo Nacional llega a un acuerdo con las autoridades de Santa Fe y Córdoba por el cual las provincias venden tierras públicas para reunir el dinero requerido para el pago de las indemnizaciones. Al respecto, bajo la ley del 6 de marzo de 1864 “se ponen a disposición del Excmo. Gobierno Nacional todos los terrenos fiscales que existen en nuestra provincia para indemnizar con su valor el que tengan los que se expropien para el ferrocarril Central” (Ministerio de Gobierno Tomo 29 Expd. 016, 1866: 414). Casi todas esas tierras, que son vendidas para llevar adelante la expropiación, fueron compradas también por manos inglesas; a los lotes de menor tamaño (2; 3 y 4 leguas) los adquirieron los inmigrantes ingleses y los más grandes, aglutinados en inmensos latifundios, en poder de los dirigentes de compañías, bancos y empresas (Scalabrini Ortiz 1958).

Para la administración y el desarrollo de las futuras colonias se crea, entre 1869 y 1870, una compañía de tierras independiente a la que se le transfiere la propiedad territorial: Central Argentine Land Compañy Limited. Si bien la compañía comienza a vender secciones casi de inmediato, no es hasta 1876 que el gobierno nacional aprueba los estatutos de esta nueva compañía sin aparente concomitancia con la Central Argentine Railway. Las primeras ventas de tierras consistieron en la enajenación de porciones relativamente grandes a compradores solventes más que en ventas a colonos, siendo la más importante la venta en Londres de casi una lengua cuadrada a Paul Krell, que era a su vez accionista de la empresa (Miguez 1985). “The Central Argentine Land Co., consisting of London shareholders, commenced colonizing the lands along the Rosario and Cordoba railway in 1870, when Mr. W. Perkins brought out the first batch of 25 families from Switzerland. At present the 4 colonies of Bernstadt, Canada Gomez, Carcarañá and Tortugas count 3,000 settlers, who raise annually 20,000 bushels of grain, and whose farms and stock are valued at 200,000/ sterling. The colonists are Swiss, French and Italians, who have 40,000 acres under crops” (Mulhall 1878: 444) (La Compañía de Tierras del Central Argentino, formada por los accionistas de Londres, comenzó la colonización de las tierras a lo largo del ferrocarril de Rosario y Córdoba en 1870, cuando el Sr. W. Perkins trajo el primer lote de 25 familias de Suiza. En la actualidad las 4 colonias de Bernstadt, Cañada Gómez, Carcarañá y Tortugas cuentan con 3.000 colonos, que cosechan anualmente 20.000 toneladas de grano, y cuyas granjas y capital se valoran a 200.000 /. libras esterlinas. Los colonos son suizos, franceses e italianos, que tienen 40.000 acres con cultivos −traducción de la autora−).

Esta nueva compañía transforma las grandes e irregulares estancias ganaderas en concesiones rectangulares distribuidas regularmente a lo largo del ferrocarril; este sistema toma de referencia al patrón de asentamiento aplicado en Estados Unidos (Martínez de San Vicente 2003) desde fines del siglo XVIII para la venta y colonización de la tierra pública. El mismo se denomina: Public Land Survey System (PLSS) que en líneas generales divide la tierra en municipios de 6 millas cuadradas, y a su vez éstos se subdividían en 36 secciones cuadradas de una milla de lado. Estas secciones podían subdividirse en cuarto de milla, medio cuarto o cuatro cuartos (Randall MacGuire, comunicación personal, octubre 2015 y Wisconsin Department of Natural Resources 2015).

Al respecto la compañía de tierras lo aplica con algunas modificaciones, cada colonia se compone por ocho fracciones de una legua cuadrada (Wilcken 1873) cada una subdivididas en 80 concesiones de 29,13 hectáreas; teniendo además un pueblo delineado y una estación de tren (Figura 4) y cuenta con una casa central de administración ya que se fundan bajo el sistema de colonización oficial. En ellas se monopoliza el comercio interno, pero tienen la obligación de proveerle facilidades de vivienda, entrega de semillas, herramientas de trabajo al colono y a su familia (Dosztal 2012). Mientras tanto, las obligaciones del colono se reducen a: trabajar su tierra, a saldar sus deudas, a cercar con zanja o de otra manera su concesión.

Figura 4. Trazado de las colonias en el área de la Provincia de Santa Fe e identificación de lotes, por ejemplo Thomas poseía en la legua 12 la concesión 8.
Figura 4. Trazado de las colonias en el área de la Provincia de Santa Fe e identificación de lotes, por ejemplo Thomas poseía en la legua 12 la concesión 8

La primera reunión ordinaria general de la compañía se lleva adelante el jueves 30 de marzo de 1871 en la oficina de Palmorstonbuildings, Bishopsgate-street, bajo la dirección Mr. John Hegan. Según el reporte del 21 de enero de dicho año la población total de las colonias es de 1156 y particularmente en Carcarañá residen 62 personas y estaban ocupadas 22 concesiones equivalentes a 450 cuadras (Herapath’s Railway 1871: 298). Lo novedoso del sistema de colonización, es que la compañía implementó un sistema combinado, el de inmigración espontánea y el de inmigración artificial en simultáneo nunca antes utilizado en el país.

Este sistema se complementa con los siguientes principios que sirven de regla general: colocación de los colonos en los puntos más favorable para ellos; bajo arriendo de los terrenos con derecho de compra a precio fijo, largo plazo sin interés y a voluntad del colono; inmediata posesión de una vivienda a pagarse en un plazo de dos a tres años; provisión de implementos de trabajo y asistencia continua por parte de la administración; y racionamiento puntual, distribución metódica y regularizada de productos y servicios (Wilcken 1873). Los terrenos que se adjudica por venta o arriendo a la familia colona es 20 a 40 cuadras de extensión. En el primer caso el precio establecido es de 20 pesos fuertes por cuadra a pagarse del modo que se especifica en la Tabla 2. En el caso de arrendamiento se paga 20 pesos fuertes al año durante los tres primero años por la concesión de 20 cuadras a saldar después de la cosecha, conservando el derecho a comprar a futuro.

Tabla 2. Plan de pagos para saldar la compra de lotes a la Central Argentine Land Co (Wilcken 1872).
Tabla 2. Plan de pagos para saldar la compra de lotes a la Central Argentine Land Co (Wilcken 1872)

Hacia mediados de la década de 1870 la compañía contrata a James Lloyd para inspeccionar el estado actual de las colonias y recomendar las medidas a adoptar para su mejora. El informe de Lloyd contiene algunos comentarios técnicos, como por ejemplo la introducción de la obligación de sembrar semilla de pasto junto a la última cosecha en el contrato de arriendo, adelantándose así al sistema de rotación con siembra de alfalfa tan difundido en los años ’90. En la asamblea anual de accionistas de 1876, tras la lectura de dicho informe, se decide separar al Sr. Perkins de su cargo de administrador de las colonias haciéndole principal responsable de la regular situación de la compañía (Miguez 1985). En su remplazo Lloyd es nombrado administrador con el fin de realizar un plan de ajustes, que consistió esencialmente en elevar el precio de la tierra limitando las ventas con el supuesto de que se obtendrían mayores beneficios manteniendo la propiedad y aguardando un aumento de los precios. La actitud hacia los colonos se hace más rígida, eliminándose todas las facilidades crediticias.

Sin embargo, el desarrollo posterior muestra la equivocación de estas ideas y avalaría el tipo de política desarrollado por Perkins en los años en formación de las colonias. Su estrategia desarrollista se basa en tres principios: rápida venta de las tierras, una actitud tolerante hacia los colonos, y reducción de los gastos al mínimo imprescindible.

En la asamblea de 1886 el desacuerdo sobre las estrategias se hace más claro, situación que se detecta desde la primera reunión ordinaria de la compañía. En la misma los inversionistas presentaban sus puntos de vista mostrando intereses diversos; mientras unos se preocupan por los problemas de adaptación de los nuevos habitantes otros lo hacían por el balance de la compañía y el precio de venta de las tierras. “En 1886 las propiedades de la Compañía de Tierras del Central Argentino continúan casi desiertas, según el testimonio de los hermanos Mulhall. El precio $f20 por cuadra es excesivo y los inmigrantes, que a su propia costa trae el gobierno argentino de Europa, prefieren establecerse en lugares económicamente más acogedores” (Scalabrini Ortiz 1958).

En la década de 1880 se desarrolla el período más próspero de la compañía y se genera la reorganización de la misma con la creación de una nueva empresa Argentine Land and Investment Company (ALICo.), que se realiza mediante el cambio de las acciones de la antigua empresa por acciones preferenciales en la nueva con una relación 4 libras por cada acción de la compañía originaria (Miguez 1985). Con la compraventa de sus propias tierras y nuevas adquisiciones a precio de costo se enriquece de manera exponencial. Hacia principios de siglo XX la compañía conserva tierras correspondiente a la concesión primitiva que se hace al Ferrocarril Central Argentino que deben ser pobladas hace cuatro décadas atrás, y que junto al dominio de hipotecas le permitió sobrellevar crisis y genera un fondo de reservas.

PALABRAS FINALES

Los procesos de la industrialización de la segunda mitad del siglo XIX en la Provincia de Santa Fe generaron una nueva organización territorial que, sobre la matriz de paisajes rurales preexistentes, se caracterizaron por la aplicación de una cierta racionalidad tanto a escala domestica como a escala regional. La arqueología industrial es el campo interdisciplinario dentro de la arqueología histórica que brinda un conjunto de estrategias teóricas-metodológicas compuesta por las numerosas disciplinas de estudio que pueden aportar aspectos al conocimiento de los relictos de la industrialización asociada a la complejización del modelo agroexportador que por casi un siglo ubicó a la Argentina en un rol preferencial en el mercado mundial. Este modelo fue dejando tras de sí testimonios materiales relacionados al consumo de bienes importados así como relictos de una naciente manufactura asociada a las actividades agropecuarias tan característica de la región en la actualidad.

La propiedad acumulada por Tomas Thomas produce un ordenamiento urbano-agrario que da origen al proceso de industrialización de la actual ciudad de Carcarañá. En este artículo se presentan la problemática de investigación arqueológica e histórica de ese proceso, típico de la segunda mitad del siglo XIX en el país y centra su escala de análisis en el complejo agroindustrial y residencial radicado en Colonia Carcarañá y su hinterland.

Si se considera que los ordenamientos territoriales se suceden; es decir, surgen, se desarrollan, se interrumpen, recomienzan, se transforman, decaen, desaparecen, se superponen; el estudio del Proyecto de Tomas Thomas en el marco de un territorio que no estaba desarrollado cuando se instaló en él, permite detectar las notables marcas territoriales dejadas por el ferrocarril y la manufactura entre mediados del siglo XIX y segunda mitad del XX modificando intensamente un país básicamente agroexportador.

En este contexto con los aportes de la arqueología industrial, al estudiar las estructuras y artefactos de ese pasado productivo, combinado con la reconstrucción de las historias personales de los emprendedores se busca establecer sus vínculos sociales y comerciales entrecruzados con el cambiante medio social y su condicionamiento histórico desde una perspectiva diacrónica y sincrónica. A partir de dos ejes centrales uno sociocultural y otro socioeconómico desglosados en las variables propuestas por Wilk y Rathje (1982) en el artículo se propone considerar el análisis de la materialidad, el primero permitiría el análisis de la vida cotidiana y el segundo del registro agroindustrial. Generando un modelo observado partiendo de una descripción material de la residencia y miembros familiares, así como las características de la industria agraria y el contexto regional que brinda el marco para su desarrollo.

La Manor House es testimonio de la movilidad social dentro de un contexto histórico, político y social particular, al funcionar como espacio de sociabilización de la familia Thomas y su círculo de pertenencia. Un enfoque basado en las prácticas asociadas al espacio doméstico permite acceder a las actividades cotidianas de un grupo familiar que produce un cambio social al incorporar un nuevo sistema productivo industrial a un ambiente geográfico que hasta la fecha no se explotaba intensamente.

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COMENTARIOS

El trabajo presenta un acercamiento desde la historia económica y la arqueología espacial, la consolidación de una clase agraria industrial a fines el siglo XIX. En esta investigación se superponen diferentes perspectivas y rompe con los discursos simplistas sobre la consolidación de un capitalismo agrario que enfatizan en sus aspectos puramente económicos. La autora comienza a analizar las estrategias de construcción de las elites y sus manifestaciones materiales. Varias de las líneas propuestas pueden ser profundizadas, especialmente la relación entre el objeto de estudio (arqueología industrial), las relaciones sociales de producción y las estrategias simbólicas de legitimación. La consolidación del modelo agro-exportador a finales del siglo XIX implico un reordenamiento territorial, de prácticas sociales y simbólicas que resultaron en una cultura material conexa (Acosta 2010).

La investigación gira en torno al aspecto económico y material del ingeniero Thomas, en la consolidación de la colonia agrícola de Carcarañá si bien estudia el sistema de inversiones en el cual se inserta a partir de 1869 pero omite su vinculación a las redes de poder político y económico de Rosario. Ello nos lleva a preguntarnos: fue su rol como ingeniero en la ciudad, las relaciones políticas y económicas que trabó en la misma, su origen inglés para acceder a las tierras lo que posibilitaron su éxito como terrateniente industrial?. Las respuestas pueden ayudar a comprender la consolidación de redes simbólicas, la evolución material y las estrategias empleadas por la elite agrícola de finales del siglo XIX (Losada 2009). Ello se debe a que la organización del espacio se encuentra intrínsecamente ligada al poder (Foucault 1990; Matthews 2010). En tal sentido, la ideología emplea la materialidad a fin de consolidar un discurso y modelar diferentes prácticas sociales (Giddens 1995; Jouhaud 1990; Miller y Tilley 2009; Segalen 2010). La autora comienza a incorporar la ideología como parte de su objeto de estudio, temáticamente inserto en la arqueología histórica, lo que abre múltiples perspectivas de análisis.

NOTAS

1. Una manor house es una casa de campo, que históricamente funcionó como centro administrativo de una unidad de organización territorial bajo el sistema feudal en Europa. Sin embargo, éste término se aplica a casa de campo que pertenecen a familias de la alta sociedad (Longman Dictionary of Contemporary English 2014).

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