Revista de Arqueología Histórica Argentina y Latinoamericana
Vol. 12, Núm. 3, Dossier: Arqueología Histórica Argentina: situaciones y perspectivas (Editores invitados: H. Chiavazza y V. Zorrilla) 2018. ISSN 2344-9918
Asociación de Arqueólogos Profesionales de la República Argentina
Editorial

ARQUEOLOGÍA HISTÓRICA ARGENTINA: SITUACIÓN Y PERSPECTIVAS

HISTORICAL ARCHAEOLOGY IN ARGENTINA: SITUATION AND PERSPECTIVES

ARQUEOLOGIA HISTÓRICA ARGENTINA: SITUAÇÃO E PERSPECTIVAS

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Horacio Chiavazza
Presidente del VI Congreso Nacional de Arqueología Histórica Argentina. Prof. Titular.Departamento de Historia, Dir IAyE. FFyL, UNCuyo. Director Área Fundacional Centro de Investigaciones Ruinas de San Francisco, Municipalidad de Mendoza
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Valeria Zorrilla
Vicepresidenta del VI Congreso Nacional de Arqueología Histórica Argentina. Centro de Investigaciones Ruinas de San Francisco, Municipalidad de Mendoza/ Museo Provincial de Ciencias Naturales y Antropológicas Juan Cornelio Moyano
Cómo citar este artículo:
Chiavazza, H. ., & Zorrilla, V. . (2018). Arqueología histórica Argentina: situación y perspectivas (H. Chiavazza y V. Zorrilla, editores invitados). Revista de Arqueología Histórica Argentina y Latinoamericana, 12(3), 7–11. Buenos Aires

En octubre de 2015, luego de que la sede elegida en Buenos Aires (2012) para ser sede del evento se excusara de organizarlo, el VI Congreso Nacional de Arqueología Histórica Argentina se reunió por segunda vez en Mendoza. La primera organización del evento había nacido justamente en la ciudad de las Ruinas de San Francisco y el Museo del Área Fundacional.

Así, con sólo un año por delante y contando con claros respaldos de: Municipalidad de Mendoza, Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo, CONICET y ANPCyT. Como del grupo de investigación del Centro de Investigaciones Ruinas de San Francisco del Área Fundacional de la Municipalidad de Mendoza, en coordinación con el naciente Laboratorio de Arqueología Histórica y Etnohistoria de la FFyL de la UNCuyo; se ocupó de convocar y organizar el sexto congreso que, con regularidad poco habitual en estas tierras, se reunió luego de 15 años dando necesaria continuidad al evento.

Este Congreso lo consideramos como reflejo y cristalización de una disciplina que en 15 años supo consolidar su lugar y tiempo de reuniones, dando entidad a un campo que entendemos se imbrica en las raíces históricas de la arqueología argentina, pero al que se le negaban ciertos “derechos de admisión”. Afortunadamente esto cambió. Quienes hagan la crónica de la Arqueología Histórica y su desarrollo en la Argentina, con la perspectiva que dan los años, darán más precisión a estas palabras. Pero muchos de los protagonistas de su desarrollo desde el último cuarto del siglo XX saben que no fue fácil.

Hoy, con los trabajos compilados en este dossier vamos aportando unidades a una estratigrafía, que más que subterránea es muraria. Seis reuniones en quince años lograron compilar un total de ocho volúmenes (actas de Mendoza 2000 y 2015, Río Grande 2003, Rosario 2006, Luján 2009, Buenos Aires 2012) con un total de 6.381 páginas dedicadas a la arqueología histórica. La trayectoria fue al compás de los tiempos. De aquel primer volumen editado en un libro de 973 páginas a este, editado como dossier de una revista digital con un equivalente de 1.560 páginas, pasamos por formatos de actas de congresos a denominaciones que procuraron ser libros. La política científica y requerimientos de calidad editorial fueron marcando el sendero. Desde el tercer y sobre todo cuarto congreso, las evaluaciones por pares fueron una norma. En el caso del dossier que presentamos ahora, se dio otro paso, ya que tuvo que responder a criterios de calidad homologados por una de las publicaciones más importantes en la temática surgida en los últimos 10 años en nuestro país, nos referimos la Revista de Arqueología Histórica Argentina y Latinoamericana. Justamente, su efectiva y eficiente labor condujo a que, cuando en el plenario final del congreso de Mendoza se propusiera la edición de los trabajos con su auspicio y bajo la modalidad de dossier, la misma se aceptara por unanimidad, con entusiasmo y expectativas. Los requerimientos editoriales de una revista indexada suponían un tremendo trabajo y sobre todo, asumir que algunos artículos podrían quedar en el camino. El proceso fue arduo, algunos trabajos no llegaron, otros no se aceptaron y gran parte requirieron fuertes procesos de revisión de contenidos y estilo, aspecto que sin duda entendemos, representa un paso más en favor de mejorar la práctica disciplinar.

La presencia de cuatro conferencistas de prestigio internacional, completaron el amplio abanico temático que postulaban los doce simposios y cinco mesas reunidas. Juan Pedro Bellón Ruiz de la Universidad de Jaén se focalizó en novedosas tecnologías aplicadas al estudio de campos de batalla en la antigüedad y como, la articulación entre fuentes clásicas y la arqueología logró reconstruir verdaderos paisajes de un campo de batalla. Randall McGuire de la Universidad de Binghamton dio cuenta de la estrecha relación que posee nuestra disciplina y sus objetivos con los intereses de la comunidad y cómo, durante décadas, esto no fue tenido en consideración por algunos antropólogos en su trato hacia las comunidades originarias. Agustín Azcárate Garay-Olaun de la Universidad del País Vasco ilustró acerca de lo necesario que es repensar nuestra disciplina dentro de los esquemas de trabajo en relación con obras urbanas, invitándonos a pensar una participación creativa y que nos otorgue mayor protagonismo en instancias de trabajo interdisciplinarias sobre el patrimonio. Luis Coronado Tello de la Universidad Nacional de Trujillo relató su experiencia vinculada al rescate y la gestión de las huacas del sol y la luna del valle de Moche, enfatizando el rol de la comunidad en el entorno de estos bienes y la generación de desarrollo económico que supone un patrimonio manejado de modo planificado.

Los artículos compilados en el presente trabajo responden a los siguientes simposios y mesas que fueron convocados por diferentes investigadores y evaluados previamente por el comité académico científico del VI Congreso Nacional de Arqueología Histórica Argentina:

Si consideramos la temporal como una variable analítica puesta en juego, una constante es la aplicación de los trabajos a lapsos que corresponden a tiempos de la colonia temprana en adelante, sea en una noción de proceso de tiempo corto (el mismo siglo XVI), mediano (la etapa colonial), o procesos de mayor duración (incluyendo desde la fundación de ciudades y/o poblaciones hasta el siglo XIX o incluso el XXI). Un 36% de las investigaciones discurren entre estos cortes temporales. Por su lado, los trabajos focalizados en el siglo XIX están concentrando la atención de los autores, que tanto en ámbitos urbanos, rurales, como en la escala de la analítica de artefactos y problemáticas teóricas en general ocupan un 31% de los artículos compilados, extendiéndose a los siglos XX e incluso XXI para completar con un 33% el total.

A nivel territorial se observa que un 21% de los trabajos son de otros países (Bolivia, Brasil, Chile, Estados Unidos, México y Perú), lo que otorga desde una diversidad de procedencias, un matiz de convocatoria internacional significativa al evento. A su vez, del país se observa un bajo interés por reunir problemáticas de escala nacional (4%); en tanto que regionalmente es claro el predominio de investigaciones desarrolladas en el ámbito pampeano (con énfasis en sector rioplatense) con un 39% de los trabajos. A estos siguen por áreas, el Centro Oeste Argentino con exclusiva referencia a Mendoza con un 15%; el Noroeste Argentino con el 13%, Patagonia con el 4,5% y muy lejos porcentualmente el Noreste Argentino con el 1,5%. Llamativamente, la subárea de Sierras centrales y zona Chaco Santiagueña no presenta trabajos publicados.

Esta situación espacio temporal de los intereses investigativos muestra un equilibrio en cuanto a distribuciones temáticas según épocas (colonial, republicana, moderna) pero un gran desequilibrio en cuanto al territorio nacional (llama la atención la baja representación del NEA, cuando en general y durante años, lideró con la problemática de las misiones jesuítas la escena arqueológica histórica nacional y regional, brasilero-uruguaya-argentina). Esta tendencia abre perspectivas a una agenda planificada de intervenciones en problemáticas regionales que observamos retrasadas (al menos por su presencia en el último congreso nacional, como el área Central del país). Entendemos así que el congreso sirve para diagnosticar y considerar áreas de vacancia.

Por su lado, los autores representan instituciones de variada dependencia: centros de investigación nacionales como CONICET (35%), universidades nacionales y extranjeras (en forma de programas, institutos) (47%), museos e instituciones municipales (10%) y provinciales (3%) e investigadores independientes (5%); otorgando un variado panorama de procedencias laborales y consecuentemente de aportes institucionales al desarrollo de nuestra disciplina, aspecto que es imprescindible tener presente en cualquier prospectiva.

En definitiva, esperamos que la perspectiva nos siga posicionando desde una arqueología que habla de ciudades pero con intereses puestos en el urbanismo, que no analiza esqueletos sino vidas de personas de tiempos recientes y conflictivos, ocupándose de paisajes problematizados por el impacto colonial y/o de constitución de naciones. Con analíticas ocupadas en aplicar sistemas de información y no simples cartografías. Una arqueometría que supere la elaboración tipológica como un fin en sí mismo y permita, en consecuencia sustentar empíricamente diálogos teóricos más que enfoques normativos. En esto emerge el patrimonio como la dimensión de un registro arqueológico que aplica en clave social. Por ello, el estudio de arqueofaunas, si bien avanza en el conocimiento de la subsistencia se interpreta como comida y parte de las cocinas desde las prácticas alimenticias y en consecuencia identitarias. Así, en esta perspectiva, el interés por una arqueología de campos de batalla va cediendo a la urgencia por explicar el conflicto e interpretar la violencia en las prácticas culturales. Prácticas culturales que se dimensionan en el trabajo como unidad de análisis en una arqueología industrial, proponiéndose como la de un patrimonio reciente que nos explica como sociedad en un debate con la supuesta postindustrialización.

Al observar las temáticas que enmarcaron las ponencias, queda en evidencia que la Arqueología Histórica Argentina constituye un ámbito consolidado, maduro y con perspectivas de avanzar al ritmo que imponen los campos disciplinares principales entre los que pivotea, el arqueológico, el histórico y el antropológico.

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